"La rendición de cuentas
va más allá de informar;
implica dialogar,
escuchar y responder activamente
a la ciudadanía."
Principios de Gobierno Abierto
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ACTUALIZACIONES:
1.
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¿ 10 Minutos Para Preguntas ?
¡ Eso NO Es RENDICION DE CUENTAS !!!
Hoy quiero abordar un tema que, a menudo, genera debate y desilusión en la ciudadanía: la rendición de cuentas que realizan las entidades públicas. En particular, me detengo en un caso concreto que ilustra un desafío recurrente: la Audiencia Pública de Rendición de Cuentas del Hospital ESE San Antonio de Guatavita y Centro de Salud de Guasca, anunciada para el 30 de abril de 2025, mañana para ser exactos.
He revisado la dinámica propuesta para este evento, la cual, si bien incluye elementos positivos como la transmisión virtual y la posibilidad de enviar preguntas por adelantado, contempla un punto que me hace reflexionar profundamente, y que da título a este artículo: la destinación de solo 10 minutos al final de las presentaciones para responder las preguntas de los ciudadanos presentes en la audiencia.
¿Qué es, en esencia, la Rendición de Cuentas?
La rendición de cuentas, especialmente en entidades tan vitales como nuestros hospitales ESE, no se limita a la presentación unilateral de informes o datos bonitos. Es un proceso de doble vía, un deber de informar, explicar y justificar la gestión, pero, fundamentalmente, es un espacio de diálogo y control social. La Ley 1757 de 2015 y el Manual Único de Rendición de Cuentas de Función Pública son claros al respecto: la participación ciudadana y el diálogo son pilares. Se busca no solo enterar a la gente, sino generar una interacción que permita la retroalimentación, la mejora de la gestión e incluso la corrección de rumbos.
El Problema de los 10 Minutos
Cuando el Diálogo Se Convierte en un Monólogo Apresurado
La dinámica del Hospital de Guatavita, al asignar apenas 10 minutos para las preguntas presenciales al final de una presentación de la gestión de toda una vigencia, Que muy seguramente será una presentación extensa tal como lo fué el informe de la Gerente en la sesión del Concejo Municipal del 26 de Febrero, que duró una hora. Esto plantea una seria limitación al componente de diálogo. ¿Qué significa esto en la práctica?
Superficialidad en las Respuestas: En 10 minutos, es materialmente imposible responder a una pluralidad de inquietudes con la profundidad que merecen. Las respuestas tienden a ser breves, generales y pueden dejar insatisfechos a los ciudadanos que realmente buscan explicaciones detalladas.
Limitación de Voces: Con un tiempo tan reducido, solo un número muy limitado de personas podrán hacer sus preguntas. ¿Qué pasa con las demás? ¿Cómo se garantiza que las inquietudes más relevantes o las de grupos menos visibles sean escuchadas?
Imposibilidad de Profundizar o Contrapreguntar: Un diálogo real permite el intercambio. Si una respuesta no es clara o genera nuevas dudas, en 10 minutos no hay espacio para repreguntar o debatir un punto. Se rompe la posibilidad de una conversación constructiva.
Desincentivo a la Participación: Si el ciudadano sabe que su oportunidad de preguntar será mínima o nula debido a la limitación de tiempo, ¿cuál es el verdadero incentivo para asistir (presencialmente) y prepararse para interactuar?
Asimetría de la Información y el Poder: La entidad presenta su informe durante, probablemente, una o dos horas, detallando su gestión. Que el espacio para la réplica, la duda y la exigencia de justificaciones sea tan desproporcionadamente menor (solo 10 minutos) refuerza una asimetría de poder y control que va en contravía del espíritu de la rendición de cuentas como mecanismo de control social efectivo.
Permitir solo 10 minutos para el diálogo presencial, después de una amplia exposición, corre el riesgo de reducir la rendición de cuentas a un mero acto formal de "cumplir con el requisito" de informar, despojándola de su potencial transformador basado en la interacción y la participación activa de la ciudadanía. ¡Eso, no es rendición de cuentas en su máxima expresión! Es, a lo sumo, una presentación de informes con un breve y apresurado segmento de Preguntas.
Más Allá de la Presentación: Construyendo un Diálogo Genuino
El Manual Único de Rendición de Cuentas y las buenas prácticas señalan la necesidad de diseñar la estrategia de rendición de cuentas pensando en el diálogo desde las etapas iniciales. Esto implica:
Consultar a la ciudadanía previamente: Identificar los temas de interés prioritarios (como, de hecho, menciona la propia dinámica del Hospital que realizarán encuestas SIAU, lo cual es positivo, pero debe verse reflejado en el tiempo de respuesta).
Destinar tiempo suficiente y flexible para la interacción: No solo 10 minutos al final, sino posiblemente dividiendo el espacio de diálogo por temas, asignando tiempos adecuados, o permitiendo más interacción a lo largo de la presentación.
Garantizar la respuesta a todas las preguntas: La dinámica del Hospital menciona que las preguntas virtuales no respondidas en vivo sí se responderán después, lo cual es un compromiso importante. Lo ideal sería que esta garantía se extendiera también a las preguntas presenciales que no alcancen a ser formuladas o respondidas por falta de tiempo en el espacio inicial. La publicación posterior y organizada de preguntas y respuestas es fundamental.
Diversificar los canales de diálogo: Las audiencias son importantes, pero no son el único espacio. Mesas de trabajo temáticas, encuentros sectoriales, o el uso estratégico de plataformas virtuales pueden complementar la audiencia principal.
Un Llamado Constructivo
Entiendo que la organización de una audiencia pública implica desafíos logísticos, especialmente con la participación tanto presencial como virtual. Sin embargo, el tiempo asignado al diálogo presencial en este caso particular parece insuficiente para la riqueza y complejidad que se espera de una interacción real sobre la gestión de una ESE Hospital.
Mi llamado, más allá de la crítica específica al Hospital de Guatavita (cuyo esfuerzo por cumplir con la norma es valorable), es a que todas las entidades públicas, y en particular las ESEs, prioricen y diseñen sus espacios de rendición de cuentas con un enfoque real en el diálogo. Que el tiempo dedicado a escuchar y responder sea proporcional a la importancia de los temas y al volumen de información presentada. Que la participación ciudadana no sea un apéndice de 10 minutos, sino un componente central del evento y del proceso mismo.
La salud es un derecho fundamental y la gestión de los hospitales públicos nos concierne a todos. Exigir y promover una rendición de cuentas que incluya un diálogo genuino y suficiente es parte de nuestro deber como ciudadanos y una herramienta poderosa para tener los hospitales transparentes y eficientes que merecemos.